Si comparáramos una empresa con un barco, con sus directivos (en este caso su capitán) a la cabeza de la tripulación, ¿qué es lo que representaría la hoja de ruta? Los expertos en gestión no dudan en que este papel lo tomarían los objetivos estratégicos de una empresa.
Estos lineamientos representan las metas que la organización se quiere poner por delante en el largo plazo y por sí mismos explican los resultados que se quieren alcanzar a futuro.
Los objetivos estratégicos de una empresa exitosa deben contar con tres características claves: deben contar con claridad, ser expresados sin rodeos; deben ser medibles, sometidos a la métrica (lo que puede ser apoyado por software de empresa ERP como Manager ERP); y finalmente tienen que estar bien comunicados entre todos los estamentos de la organización.
Estrategias para lograr objetivos
- Parte de lograr estos objetivos es la capacidad de generar compromiso en los colaboradores, y para ello existen ciertos caminos para generar integración al interior de un equipo.
- Uno de ellos es generar procesos de participación, donde se compartan logros, metas y nuevas perspectivas de crecimiento.
- Otra estrategia es gestionar el talento orientándolo a las nuevas necesidades, como por ejemplo incorporar perfiles más alineados a la innovación.
- También está el tema de la comunicación, que es fundamental para permitir que la estrategia global de la compañía pueda ser integrada por todos.
- Por último, se puede considerar una política de reconocimientos, para crear un compromiso constante entre los trabajadores.
Actividades para lograr objetivos
Los expertos en gestión describen ciertas dinámicas que se pueden integrar al interior de los equipos de trabajo, como una forma de generar nuevas actividades que apoyen la consecución de los objetivos, independiente de los tipos de empresas en los que se piensa implementar.
Entre las dinámicas para lograr objetivos estratégicos de una empresa están: establecer un diseño de reuniones participativo entre los directivos y stakeholders; dar espacio a las lluvias de ideas dentro de las actividades de equipo; recopilar todas las opiniones y elaborar listas con ellas; darse espacio para replantear proyectos; y finalmente generar espacios nuevos de bienvenidas y colaboración.