Hoy más que nunca reconocemos la importancia de la tecnología en las empresas, vivimos tiempos desafiantes, pero creemos que con la estrategia adecuada podemos enfrentar cualquier situación que se nos presente.
Las empresas peruanas han visto cómo el panorama del mercado cambió drásticamente durante estos meses, muchas compañías que no habían dado el salto a la digitalización, tuvieron dificultades para seguir operando de manera remota, y decidieron evaluar su situación y pensar detenidamente cuál era la acción más prudente para su empresa, poniendo como prioridad su continuidad y permanencia.
¿Cuándo se decide ser conservadores o innovadores?
Las primeras semanas no se tenía una idea clara de cuál sería el futuro de las empresas, cuánto duraría el aislamiento, cuál iba a ser el impacto real de la pausa que hicimos con el anuncio del Estado de Emergencia. Las empresas aún tenían mucha incertidumbre y estaban a la espera de alguna señal de normalización, a este momento lo nombraré “período de cautela”. Aquí las empresas tomaron las decisiones más conservadoras, una etapa en la que cobró fuerza la frase “Haz lo que puedas con lo que tienes”.
Luego el Estado de emergencia se aplazó y comenzó un “periodo más flexible”, aquí las empresas empezaron a adaptarse para cumplir con las nuevas necesidades de sus clientes y también con las normativas del Estado, algunas apostaron por la innovación con el fin de ver sobre la coyuntura una oportunidad para potenciar nuestros procesos. En este momento es que se puso a prueba la capacidad de adaptación de los líderes y con ellos, de sus compañías.
¿Cómo identificar que ha llegado el momento de arriesgar?
El tipo de riesgo al que me refiero, es al de la inversión de tiempo y dinero en un proyecto digital a largo plazo, incluso en tiempos de pandemia, porque el COVID-19 es una realidad latente y las estrategias de una compañía no pueden planificarse solo en función de un escenario sin pandemia. ¿Siempre actuaremos con cautela? No, llegado el momento, las empresas deben realizar un análisis interno para identificar cuál es el momento adecuado para arriesgar. ¿Tenemos los recursos?¿mi negocio tiene futuro si la coyuntura continúa? ¿mi equipo está alineado a la estrategia? Los meses que quedan del 2020 nos servirán para realizar esta evaluación.
Desde mi perspectiva, existen dos escenarios, las empresas que tienen iniciativas digitales pero no la han potenciado o solo respondieron de manera reactiva a la demanda. Y por otro lado, las empresas que no se suman a la digitalización y hoy deben comenzar a implementarla, a través de diferentes frentes, pero siendo parte de una estrategia más integral, que responda a las actuales tendencias de consumo. En cualquiera de los dos escenarios, nos encontramos en el mejor “periodo para evaluación”.
Una empresa no es más digital porque adquiere un software, sino porque identifica cómo sacarle el mejor provecho e involucra a su equipo en este procesos, es un cambio de mentalidad. Tener un equipo alineado hacia un objetivo de digitalización y tener los recursos, ubica a las empresas en una posición privilegiada que le va a permitir no solo salir adelante en esta coyuntura, sino permanecer en el tiempo.
Robert Ordoñez
Gerente de Negocios en Manager Software Perú
