¿Sabías que un ERP puede ayudarte a solucionar diversos dolores empresariales? En este artículo te contamos cuáles son las principales problemáticas y en qué afectan a los negocios.
Cuando hablamos de las principales dolencias que se encuentran en el día a día de las empresas, una de ellas es no poder tomar decisiones con información real e idealmente en línea. Esto podríamos clasificarlo como el gran problema que presenta toda organización compuesta por personas, en donde se busca medir su eficiencia y eficacia.
Una de las principales causas del porqué no se cuenta con la información en línea es debido a que no se dispone de procesos automatizados los cuales alimentan la información centralizada. Esto causa que no exista la dependencia de pedir a otros información que se necesita para realizar las labores de cada uno.
¿Cuáles son estos dolores empresariales?
Iremos un poco más allá y analizaremos distintas angustias a las que se enfrentan las empresas, las cuales pueden ser tanto desde el punto de vista financiero, de procesos, de productividad o de atención a clientes:
Dolores financieros: son aquellos relacionados con el flujo de dinero y la eficacia de este. Aquí encontramos preguntas cómo cuáles son los productos que más cuestan y cuáles son los gastos innecesarios que se pueden optimizar para tener certeza de todos ellos.
Dolores de procesos: aquí debemos analizar el día a día. Cuáles son los procesos que generan valor y cuales no, en qué procesos gastamos más tiempo. Teniendo estas dos variables claras podemos concluir qué procesos debemos automatizar.
Dolores de productividad: son problemas que se perciben cuando el tiempo y los recursos no se utilizan adecuadamente, es decir, el negocio es ineficiente y, por lo tanto, no se genera el valor diferenciador de la empresa, tanto interna como externamente, lo que condiciona los dolores financieros, dado que no se obtiene la rentabilidad esperada.
Dolores de atención al cliente: es cuando los clientes sienten que no tienen una orientación clara por parte de la empresa. Un ejemplo es cuando los procesos son engorrosos o burocráticos. Por otra parte no se le ofrecen alternativas para solucionar sus problemas y no encuentran que la organización les entrega un buen servicio de atención al cliente, ya sea en la preventa, venta o postventa.
Todos estos tipos de dolores empresariales se pueden solucionar con un sistema de gestión, el cual debe cumplir con entregar las herramientas necesarias para mitigar o subsanar todas estas problemáticas y de esta forma optimizar los procesos y hacerlos más eficientes.